En agosto de 2020, el mundo quedó profundamente entristecido por la pérdida del querido actor Chadwick Boseman, quien sucumbió a complicaciones derivadas del cáncer de colon. Su inesperado fallecimiento no solo provocó oleadas de dolor en todo el mundo, sino que también puso de relieve una enfermedad que había estado acechando bajo el radar, especialmente entre los adultos más jóvenes.
Curiosamente, aunque Chadwick fue diagnosticado a la temprana edad de 39 años y nos dejó apenas cuatro años después, su grupo de edad ha sido testigo de una tendencia alarmante. Históricamente, el cáncer de colon ha sido más común entre las personas mayores de 50 años, pero en los últimos tiempos se ha visto un marcado aumento de casos entre la generación más joven. Según la Sociedad Estadounidense del Cáncer, las personas nacidas alrededor de 1990 enfrentan el doble de riesgo en comparación con las nacidas alrededor de 1950. Si bien las causas exactas siguen siendo un tema de investigación, varios factores como la dieta, la exposición ambiental y ciertos aditivos alimentarios podrían ser posibles culpables.
El cáncer de colon desmitificado
Aquí está la buena noticia: el cáncer de colon se puede mantener a raya en gran medida con la concientización adecuada y exámenes de detección oportunos.
Para aquellos de nosotros que necesitemos un resumen rápido de nuestras clases de biología, profundicemos en la comprensión del cáncer de colon. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades la definen como una afección en la que las células del colon o del recto se multiplican sin control. En pocas palabras, el colon y el recto son partes esenciales del intestino grueso que participan en la digestión, la absorción de nutrientes y la eliminación de desechos. Los alimentos pasan del intestino delgado al intestino grueso, pasando por el colon antes de llegar al recto, que es esencialmente la etapa final antes de que se excreten los desechos.
Un factor importante que conduce al cáncer de colon es el crecimiento de pólipos, pequeños crecimientos anormales que pueden formarse en el colon o el recto. La buena noticia es que estos pólipos se pueden identificar y eliminar mediante exámenes de detección como colonoscopias antes de que se conviertan en una amenaza mayor. Sin embargo, lo complicado de esta enfermedad es su sutileza inicial. Al principio, los síntomas pueden ser inexistentes o confundirse fácilmente con otros problemas digestivos como EII, SII o incluso hemorroides.
Reconocer las señales
Los signos comunes a los que hay que prestar atención incluyen variaciones en los patrones de las heces, sangre en las heces, hinchazón constante, malestar abdominal, náuseas, pérdida rápida de peso, sangrado rectal y anemia. La fatiga, una sensación constante de necesidad de hacer sus necesidades sin un alivio real y la reducción de los niveles de energía también son indicadores, como lo describe la Sociedad Estadounidense del Cáncer.
Pero una nota crucial de precaución: el hecho de que pueda estar experimentando algunos de estos síntomas no significa definitivamente que tenga cáncer de colon. Como muchos síntomas pueden compartirse con otras afecciones, es de suma importancia consultar a un gastroenterólogo para tener una idea clara. Esto subraya la importancia de los exámenes de detección de rutina y de ser proactivos con respecto a nuestra salud.
Factores de riesgo del cáncer de colon: lo que debe saber
El cáncer colorrectal se ha convertido en un importante problema de salud que afecta vidas de personas de distintos géneros, etnias y razas. Sin embargo, existen varios factores de riesgo y detalles demográficos que pueden amplificar la vulnerabilidad a esta enfermedad.
1. El papel del género:Aunque ambos sexos deben cumplir con las pautas de detección del cáncer de colon, los hombres tienen un riesgo ligeramente mayor de sufrir esta dolencia que las mujeres, según la Sociedad Estadounidense del Cáncer.
2. La edad importa, pero no del todo:Si bien el cáncer de colon es más común en personas mayores de 50 años, las poblaciones más jóvenes no son inmunes. De manera alarmante, la Sociedad Estadounidense del Cáncer informó que el 12% de los casos de cáncer colorrectal en 2020 involucraron a personas menores de 50 años. Este porcentaje ha experimentado una fuerte inclinación en comparación con décadas anteriores.
3. Hábitos de estilo de vida:Ciertas opciones de estilo de vida están directamente relacionadas con un riesgo elevado de cáncer colorrectal: el alto consumo de carnes rojas y procesadas y el bajo consumo de fibra pueden ser los culpables. Además, un estilo de vida sedentario sin actividad física regular puede aumentar el riesgo.
4. Exposiciones ambientales:Las preocupaciones emergentes apuntan a factores como el uso excesivo de antibióticos, aditivos alimentarios y conservantes. Estos elementos pueden alterar potencialmente el equilibrio microbiano del intestino, lo que podría provocar inflamación intestinal, un factor relacionado con un mayor riesgo de cáncer de colon.
5. Condiciones de salud e antecedentes familiares:Aquellos con antecedentes de enfermedades inflamatorias intestinales, como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, deben tener más cuidado. Además, los antecedentes familiares de cáncer de colon o pólipos multiplican el riesgo.
6. Disparidades raciales y étnicas:Según un estudio realizado por John Hopkins Medicine, las personas de ascendencia judía asquenazí (originarias de regiones de Europa del Este o Rusia) demuestran un riesgo elevado de cáncer colorrectal, atribuido a mutaciones genéticas específicas.
La raza y el origen étnico influyen significativamente en la susceptibilidad al cáncer de colon, particularmente en comunidades de color. Los afroamericanos enfrentan un riesgo 20% mayor de desarrollar cáncer colorrectal y un riesgo 40% mayor de morir de cáncer colorrectal en comparación con otros grupos. Esta mayor vulnerabilidad tiene sus raíces en el racismo sistémico, que a menudo impide su acceso a una atención sanitaria de calidad.
Debido a las luchas financieras y de acceso que enfrentan los negros, los indígenas y las personas de color, no se los examina adecuadamente. Además del acceso limitado a la atención médica, cuando obtienen acceso, a menudo enfrentan tiempos de espera prolongados y posibles prejuicios.
Asegúrese de discutir TODOS sus factores de riesgo con su médico. Comprender estos factores de riesgo es crucial para promover la detección temprana y las medidas preventivas.
La guía esencial para la detección del cáncer de colon
Las pruebas de detección del cáncer de colon pueden, literalmente, salvar vidas. Cuanto antes detectemos el cáncer de colon, mayor será la probabilidad de superarlo. Sin embargo, retrasar el proceso permite que la enfermedad tenga más oportunidades de propagarse, lo que disminuye las posibilidades de cura.
Entonces, ¿cuándo deberíamos considerar estas proyecciones? El Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE. UU. generalmente recomienda iniciar estos exámenes a partir de los 45 años y luego continuar a intervalos establecidos. Sin embargo, si se encuentran pólipos colorrectales o existen antecedentes familiares de cáncer o si tiene afecciones como EII, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) sugieren que es posible que necesite un programa de vigilancia más temprano o más frecuente.