colonoscopia

La colonoscopia es un procedimiento comúnmente realizado que se utiliza para diagnosticar y tratar trastornos del colon. Se utiliza con frecuencia para detectar pólipos precancerosos o cánceres asintomáticos (es decir, sin un signo o síntoma evidente de la enfermedad) en la población adulta mayor de 40 años. El cáncer de colon es la segunda causa principal de muerte por cáncer en los EE. UU. Ocurre por igual en hombres y mujeres. Se cree que la detección y extirpación de pólipos precancerosos prevendrá el cáncer de colon y la detección y extirpación de cánceres de colon asintomáticos tempranos reducirá la mortalidad por esta enfermedad. La colonoscopia se realiza con un videoscopio de fibra óptica flexible de aproximadamente 165 cm (75 pulgadas) de largo. Se inserta en el recto y se pasa bajo visualización directa al ciego y, a veces, al íleon terminal (el extremo del intestino delgado). Hay uno o dos canales en el colonoscopio para permitir la introducción o extracción de aire en el colon y para la introducción de pinzas de biopsia u otros instrumentos para extirpar pólipos. El procedimiento suele durar entre 15 y 30 minutos y normalmente se realiza bajo algún tipo de sedación intravenosa.

El colon es un órgano largo y sinuoso y en la mayoría de los casos se puede examinar en toda su longitud. Sin embargo, en un pequeño porcentaje de pacientes, no se puede realizar el examen de todo el colon debido a las repetidas curvaturas del colon o a una cirugía abdominal previa. Si la preparación del colon es deficiente, puede ser necesario repetir el procedimiento con una mejor preparación.

Si el revestimiento del colon es anormal, se puede tomar una biopsia para evaluar más a fondo la anomalía. Si se descubre algún pólipo, generalmente se le realizará una biopsia y/o se extirpará y se enviará al laboratorio de patología para su análisis. Los pólipos grandes se extirpan mediante una técnica llamada polipectomía con asa. Se pasa un lazo de alambre a través del colonoscopio y alrededor de la base del pólipo. Se envía una corriente eléctrica cortante/cauterizadora a través del cable, que corta el pólipo y detiene cualquier sangrado significativo. Si la naturaleza y la cantidad de pólipos impiden una extracción segura, su médico podría repetir el procedimiento o derivarlo a un cirujano. No se experimenta dolor durante una polipectomía o biopsia del colon. Si el médico que realiza la colonoscopia encuentra un pólipo y determina que se puede extirpar de manera segura, lo extirpará y lo enviará a un laboratorio de patología para su análisis y verificar la presencia de anomalías como cánceres. Esta eliminación es normal y se acepta como la mejor práctica. Si no desea que le extirpen los pólipos, no firme este consentimiento y hable con su gastroenterólogo.

Dado que se administra sedación, será necesario que alguien lleve al paciente a casa después del procedimiento. Incluso si el paciente tiene intención de tomar un taxi a casa, alguien debe acompañarlo en el taxi. El paciente no puede levantar pesas ni reanudar ninguna actividad física intensa durante una semana después del procedimiento. Si el paciente experimenta algún dolor anormal, fiebre o escalofríos o no puede expulsar gases, comuníquese con su gastroenterólogo de inmediato. Si no puede comunicarse, vaya a la sala de emergencias más cercana y, una vez que lo hayan estabilizado, pídale al médico de emergencias que se comunique con su gastroenterólogo.

Los procedimientos alternativos que también se utilizan para diagnosticar trastornos del colon son la “colonoscopia virtual” (una tomografía computarizada especial del colon) y el enema de bario. Estos los realiza un radiólogo, lo exponen a pequeñas cantidades de radiación, requieren una preparación de limpieza y, con frecuencia, pueden resultar incómodos debido a la inyección de aire o bario. Si hay algún hallazgo en estos procedimientos de rayos X, es posible que se derive al paciente a una colonoscopia, lo que significa que es posible que el paciente deba someterse a dos procedimientos. Cologuard es una herramienta de diagnóstico relativamente nueva disponible en la que se envía una muestra de heces a un laboratorio donde buscan signos de cáncer de colon. Al igual que con la colonoscopia virtual, si esta prueba es positiva es necesario realizar una colonoscopia.

Aunque la colonoscopia es el procedimiento "estándar de oro" para diagnosticar y potencialmente tratar pólipos de colon, cánceres de colon y otras afecciones del colon, no es una prueba perfecta. Hay una pequeña tasa de errores de hallazgos significativos con este procedimiento. Los tumores que se esconden detrás del revestimiento del estómago, así como ciertos pólipos planos poco comunes, pueden ser difíciles de visualizar. Es posible que un cirujano deba extirpar los pólipos muy grandes. Cuando la preparación no es perfecta existe la posibilidad de que se pasen por alto las lesiones.

La colonoscopia es un procedimiento seguro, sin embargo, existen riesgos asociados. Si bien hemos discutido estos y posiblemente otros durante su consulta, nos gustaría que tenga una lista para que pueda hacer preguntas si todavía está preocupado. Es importante que cada paciente sea consciente de los posibles resultados que pueden incluir, entre otros:

  • Perforación (punción) del colon: este es el riesgo más grave del procedimiento. Los síntomas de la perforación son dolor abdominal intenso después del procedimiento. El diagnóstico se realiza mediante una radiografía simple o una tomografía computarizada del abdomen. Las perforaciones pequeñas pueden tratarse mediante hospitalización y espera vigilante, pero a veces se necesitan cirugías urgentes o semiurgentes para cerrar la perforación. Dependiendo de la naturaleza y el alcance de la perforación, puede ser necesaria una bolsa de colostomía temporal o permanente. Todas las cirugías conllevan riesgos de hemorragia, complicaciones imprevistas y mortalidad.
  • Sangrado colónico si se extirpa un pólipo: El sangrado puede ocurrir inmediatamente después del procedimiento o retrasarse durante horas o días. Después de extirpar un pólipo grande, generalmente no es aconsejable reanudar la ingestión de productos con aspirina o medicamentos antiinflamatorios durante al menos 1 semana. En su lugar, se puede utilizar acetamonofeno (Tylenol®).
  • Sedación excesiva durante el procedimiento: La sedación puede deprimir la respiración y la presión arterial. Los pacientes son monitoreados cuidadosamente durante el procedimiento y la sedación se administra lentamente para evitar complicaciones. Aunque no es común, la anestesia conlleva el riesgo de mortalidad y otras complicaciones imprevistas como aspiraciones, paro cardíaco, insuficiencia respiratoria e infección y trombosis intravenosa.
  • Otros riesgos: Lesión de otros órganos como el bazo; Las infecciones hospitalarias, las reacciones alérgicas y los hematomas abdominales que requieren cirugía o intervención radiológica son poco frecuentes, pero pueden ocurrir.