EGD (endoscopia gastrointestinal superior)
La endoscopia superior es un procedimiento comúnmente realizado diseñado para examinar el tracto gastrointestinal (GI) superior. El tracto gastrointestinal superior está formado por el esófago, el estómago y el duodeno (el primer pie del intestino delgado de 22 pies de largo). La endoscopia superior también se conoce como esófago-gastro-duodenoscopia, que comúnmente se conoce como EGD. Este procedimiento se realiza para examinar, diagnosticar o tratar afecciones tales como: inflamaciones del esófago (esofagitis), esófago de Barrett (revestimiento intestinal del esófago en lugar del revestimiento esofágico habitual), hernias de hiato, estenosis, anillos o tumores del esófago. , estómago o duodeno, o úlceras de estómago o duodeno. Durante el procedimiento, si su médico ve que el esófago se ha estrechado debido a una afección médica subyacente, se realiza un procedimiento llamado dilatación para expandir con cuidado, aunque sea temporalmente, el diámetro del esófago a fin de aliviar las dificultades para tragar.
La EGD se realiza con un endoscopio de fibra óptica de video flexible, delgado (el diámetro del dedo meñique) y de 110 cm (3,6 pies) de largo. Se inserta por la boca y se pasa bajo visualización directa a través del esófago, el estómago y el duodeno. Hay uno o dos canales en el endoscopio superior para permitir la introducción o extracción de aire en el tracto gastrointestinal superior y para la introducción de pinzas de biopsia u otros instrumentos.
El procedimiento suele tardar entre 10 y 15 minutos en completarse y normalmente se realiza bajo algún tipo de sedación intravenosa. A veces se utiliza un aerosol anestésico para la garganta. La EGD no es un procedimiento doloroso, pero requiere sedación para superar el reflejo nauseoso. Si el revestimiento de cualquiera de los órganos visualizados es anormal, se puede tomar una biopsia y una fotografía para documentar la anomalía. La EGD se puede utilizar como prueba de diagnóstico o como terapia, como con la dilatación esofágica. Los pólipos del estómago se pueden extirpar o destruir utilizando sondas de coagulación. Se pueden introducir de forma segura varios instrumentos a través del endoscopio para detener la hemorragia interna causada por úlceras o venas o arteriolas sangrantes. Estos podrían implicar inyectar medicamentos en las úlceras para detener el sangrado o aplicar técnicas térmicas a las úlceras para coagular los vasos sanguíneos.
Aunque la EGD es un procedimiento muy preciso para diagnosticar enfermedades del esófago, el estómago y el duodeno, no es una prueba perfecta. Hay una pequeña tasa de errores de hallazgos significativos con este procedimiento.
La EGD es un procedimiento muy seguro, sin embargo, existen riesgos poco comunes en el procedimiento. Si bien hemos discutido estos y posiblemente otros en su consulta, nos gustaría que tuviera una lista para que pueda hacer preguntas si todavía está preocupado. Aparte de las complicaciones de la anestesia, es importante que cada paciente esté consciente de los posibles resultados que pueden incluir, entre otros:
- Perforación (punción) del esófago, estómago o duodeno: El riesgo más grave de este procedimiento es la perforación (punción) del esófago, estómago o duodeno. El riesgo aumenta si se realiza una dilatación esofágica. Los síntomas de la perforación son dolor intenso en el pecho o abdomen después del procedimiento. Puede haber aire debajo de la piel (que provoca una sensación de crujido al presionar la piel). El diagnóstico se realiza mediante una radiografía simple, una tomografía computarizada del abdomen o el tórax o una deglución con gastrografina. Las perforaciones pequeñas se pueden tratar mediante hospitalización y espera vigilante, pero a veces se necesita cirugía urgente o semiurgente para cerrar la perforación.
- Aspiración de líquido gástrico hacia los pulmones: otro riesgo poco común es la aspiración de líquido del estómago hacia los pulmones. Esto ocurre si un paciente vomita durante el procedimiento y el líquido pasa por el conducto equivocado hacia los pulmones, provocando una neumonía. Las precauciones que se toman habitualmente durante la endoscopia superior para evitar que esto suceda incluyen colocar al paciente sobre el lado izquierdo y aspirar el contenido de la boca con frecuencia.
- Sangrado interno: Otro riesgo inusual es el sangrado interno si se toma una biopsia o se extirpa un pólipo. El sangrado puede ocurrir inmediatamente después del procedimiento o retrasarse durante horas o días. Si su médico extirpa un pólipo, no debe tomar aspirina ni otros medicamentos antiinflamatorios durante una semana. Tylenol o acetaminofén están bien.
- Sedación excesiva: si bien es poco común, la sedación excesiva es un riesgo. La sedación puede deprimir la respiración y la presión arterial. Su médico controlará cuidadosamente sus signos vitales durante el procedimiento y le administrará sedación lentamente para evitar que esto ocurra.
- Muerte: La muerte por EGD es una posibilidad muy remota, pero ha ocurrido incluso cuando el procedimiento fue realizado por gastroenterólogos experimentados debido a riesgos conocidos y desconocidos.